lunes, 10 de febrero de 2020

Una nube de intereses digitales


(Haz clic en el enlace si deseas ver la imagen interactiva)

http://www.tagxedo.com/art/b408579201114ea8


Soy un docente para la formación y gestor de formación, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía (hasta el año 2012 nuestras competencias estaban adscritas al SAE –Servicio Andaluz de Empleo).  

Mi ámbito de acción formativa es la formación continua y la formación para el empleo, así como la orientación laboral y profesional; y estoy orientado a la formación online en sus diversas modalidades: e-learning, blend-learning y M-learning.  Mis intereses están expresados en la nube de palabras que encabeza este post, y comprenden, además de mi actividad como docente, el estudio e investigación sobre culturas digitales en la esfera de la enseñanza.    

Mis educandos, en su mayoría, son los “inmigrantes digitales”. Un término este que fue acuñado por Prensky (PRENSKY, Marc. (2001) “Digital Natives, Digital Immigrants”, On the Horizon, 9: 1-6,) y que merece unos cuantos matices, pues sin entrar en estas líneas en el extenso debate de la conveniencia o no del término, hay que decir que es difícil establecer una distinción absoluta entre nativos e inmigrantes basada en la línea divisoria de generaciones diferentes, a  propuesta de la fecha de 1993; y por otro lado, la metáfora de Prensky sugiere un mundo dividido o separado entre lo digital y lo analógico, cuando en realidad lo uno y lo otro se complementa y vive en armonía como podemos comprobar en nuestra realidad cotidiana y profesional.

Es esta realidad, analógica y digital, y la necesidad de integrar en mi formación como docente más competencias digitales, la que me ha llevado a matricularme en este curso. Un MOOC del que espero sacar el mayor provecho posible, compartir mis experiencias con mis compañeros y compañeras,  y sobre todo, disfrutar realizándolo.  


Bienvenidos y bienvenidas a mi blog.

Twitter como herramienta virtual docente. Análisis de eduPLEmooc (sin atrevimiento)




Aquí tenemos el perfil de eduPLEmooc, que ya nos muestra algo de información como el número de tweets que ha realizado, el número de seguidores y a cuántos “twitteros” está siguiendo.

También nos informa que es una cuenta twitter del curso eduPLEmooc que se imparte en la plataforma mooc.educalab.es, dependiente de educaINTEF (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación de Profesorado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).

Esta primera aproximación al perfil y a la vista de los twitters de su cronología, ya nos indica que esta cuenta -@eduPLEmooc, se está utilizando como actividad docente para: interaccionar y resolver dudas del alumnado, dar consejos e indicaciones, proporcionar información complementaria, compartir experiencias y realizar “twitter chats”.

El estilo de sus mensajes es equilibrado, informal pero profesional.

El uso de imágenes y vídeos humaniza el entorno, y deben ser empleados procurando no saturar demasiado. En este aspecto, eduPLEmooc creo que debe mejorar un poco y aportar más material multimedia.

En el aspecto de su diseño, usa como avatar un logotipo al ser una cuenta corporativa y no personal, lo cual me parece muy adecuado. Su fondo es suave y agradable a la vista.

Tras esta breve aproximación, voy a hacer ahora un análisis algo más técnico y sin entrar en excesivo detalle, pues creo que este no es el objeto principal de la actividad. 

Para el análisis he empleado herramientas y condiciones de medición de métricas usadas por los profesionales de la materia, los social media. Veamos sus gráficas:










  
1. Retweets: 157 RT por cada 100 tweets, lo que nos da un rank de un 98,16%.
Es una de las formas habituales de compartir contenido de un tweet, y es una de las métricas más importantes, porque nos da el verdadero valor de lo efectivo que ha podido ser nuestro tweet.

El ‘rank’ se establece desde 1 a 100, por lo que vemos que eduPLEmooc tiene un excelente porcentaje.

2. Menciones: 12 (1,1%).
Las menciones pueden producirse de dos maneras, para entablar una conversación o llamar la atención de una marca o empresa, y es una forma muy habitual de compartir contenido sin necesidad de hacer un retweet.

Es una métrica importante que nos ofrece hasta que punto tu audiencia está hablando de ti, ya sea en conversaciones o compartiendo tu contenido. Cuanto más gente esté hablando de ti más posibilidades hay de difundir sus contenidos y de que otros usuarios la sigan.

3. Enlaces compartidos: 106 (10,1%).
Una métrica muy importante es la de saber cuántas veces se ha compartido tu contenido en Twitter. Realmente, con esta medida puedes saber si verdaderamente se está difundiendo el contenido de tu blog o web corporativos.

4. Listas: 324.
Las listas es una de las estrategias que te permite Twitter para filtrar la información en función del tipo de usuario, para obtener la información que es interesante y aislarla del resto que no te interesa.

Estar en las listas de los seguidores garantiza que tu información es de su interés, por lo tanto es una métrica más a tener en cuenta, ya que te aporta un indicador del alcance que están teniendo tus tweets y tu contenido.

5. Seguidores: 2,320; siguiendo: 4
En la cuestión de los seguidores, el número de seguidores no es lo realmente importante, sí lo es conocer su evolución y analizar el crecimiento teniendo en cuenta los influenciadores o activos (15% para eduPLEmooc). Esto marca una tendencia de si estamos haciendo bien las cosas. A mayor número de seguidores activos, una mayor comunidad y por tanto mayor alcance de tus mensajes.

6. Seguidores/seguidos:
Este es un ratio bastante más fiable que el número de seguidores. Las cuentas que tienen un ratio inferior a 1 no suelen ser cuentas que tengan una gran influencia, ya que suelen utilizar el follow back en casi todas las ocasiones y eso no es indicio de gran repercusión. Algunos social media opinan que lo ideal es que no haya demasiada diferencia entre seguidores y seguidos, siendo los seguidos un poco menos que los seguidores. 

El ratio de eduPLEmooc está claro que es muy superior a 1, y el poco número de seguidos nos puede indicar que es una cuenta creada por motivos temporales, como este curso.

7. Horario de máxima actividad:
La gráfica nos indica que entre las 18 horas y las 24 horas, se producen la mayoría de los tweets, dato a tener en cuenta para enviar nuestros tweets y procurar feedback y engagement.

Vemos otros datos más anecdóticos, como la proporción de hombres y mujeres, y la localización geográfica de los twitters. Sólo decir que está claro que este es un mooc muy local, pues el porcentaje de participantes de otros países es muy pequeño, y esto, siendo un mooc, creo que es un dato que se debiera mejorar.

Este análisis responde en parte a la cuestión propuesta de qué tipo de cuestiones debo tener en cuenta en Twitter para desarrollar una buena Red de Aprendizaje, pues hay otros considerandos a tener en cuenta, como son: la edad del alumnado, si este es homogéneo o no, el conocimiento y habilidad de uso que poseen de esta red social, y si están instruidos en medidas de privacidad; si vamos a usar twitter como herramienta virtual complementaria de otras y el rango de uso que le vamos a dar, si queremos una actividad sincrónica que nos permita hacer observaciones y reflexiones rápidamente, si lo vamos a usar como herramienta asincrónica y el tiempo que disponemos para atenderla, etc…

Twitter es una herramienta de uso fácil, y buena, en mi opinión, para implementarla en plataformas de enseñanza virtuales, pero antes de hacerlo, es fundamental hacer una reflexión profunda de cómo la vamos a usar y de los objetivos docentes que queremos conseguir con ella. Esto es más importante a mi parecer, que algunas de las métricas enumeradas líneas más arriba. No debemos de olvidar que es solo un recurso más que nos permita conseguir los objetivos primordiales de nuestra docencia: el “saber ser”, el “saber estar” y el “saber hacer” de nuestro alumnado.


La infoxicación o como no ahogarse en la red


Vicente López Espinilla

El exceso de información que recibimos o recogemos de la red tiene un nombre: Infoxicación.

Este exceso se produce por varias razones, entre las que destaco las siguientes:
  • §  Recogemos más información de la necesaria porque pensamos que nos puede ser útil más adelante.
  • §  Recibimos una gran cantidad de información que no hemos solicitado ni es útil.
  • §  Buscamos más información de la necesaria para tratar de comprobar que la que se tiene es la correcta.
  • §  Se va a lo seguro y tratamos de obtener toda la información posible sobre un tema.
  • §  Nos gusta utilizar la información de una manera competitiva.

El resultado de esta mala práctica es que la información nos desborda y nos hace perder el tiempo cribándola o nos confunde en nuestro trabajo y conclusiones. Pero hay solución. Estas breves indicaciones nos pueden ayudar a buscar información más selectivamente y con sentido, y para ello tenemos que:

  • ·         Identificar la información crítica y útil.
  • ·         Conocer las fuentes.
  • ·         Hacer búsquedas activas.
  • ·         Usar herramientas de suscripciones como RSS o Newsletters.
  • ·         Buscar por palabras claves bien definidas.
  • ·         Hacer limpieza semanalmente.
  • ·         Establecer filtros en el correo y bloquear los banners.
  • ·         Usar herramientas que nos clasifiquen el entorno de recogida de información.
  • ·        No repetir la misma información en cada red social. Cada red social tiene sus características y función. Hay que personalizar la información.
  • ·         Eliminar de las redes sociales usuarios que no aportan nada de valor o que producen Spam.

Es aconsejable que el docente o la docente sea un buen curador/a de contenidos y adquiera competencias digitales para gestionar eficazmente su búsqueda, recogida, tratamiento y difusión de la información tratada y elaborada, para así poder, a su vez instruir a su alumnado en este hábito.

Propongo las siguientes herramientas de gestión de información:

Una de las herramientas que sin duda más te ayudarán a “gestionar contenidos”. Se trata de una aplicación online gratuita y muy sencilla que permite, a modo de agenda, organizar todos nuestros contenidos. Se presenta como un espacio para “capturar todas tus experiencias” y acceder a ellas desde cualquier lugar.

Lo más interesante como herramienta es que:
  • Puedes combinar varios formatos de contenidos (texto, foto y audio)
  • Puedes sincronizarlo todo con varios dispositivos (con los que podrás trabajar offline)
  • Tiene una interfaz muy agradable y fácil de usar
  • La versión gratuita es muy completa
  • Dispone de aplicación de escritorio
  • Es una herramienta muy versátil
100 usos posibles para Evernote:

Guía de uso de Evernote:
Es otra herramienta fácil de usar, que nos permite guardar para más tarde las lecturas con las que nos vamos encontrando en la web. Requiere registro e instalar la extensión de Chrome. Desde ahí podrás marcar las páginas como elementos no leídos.
Esta herramienta nos permite, por medio de cuadritos, diseñar un escritorio accesible desde cualquier dispositivo digital, -PC, portátil, smartphone, tablet, etc… a nuestros contenidos, enlaces y favoritos. Contiene además un RSS configurable a nuestras preferencias. Es muy fácil de usar, y podemos también diseñar con ella un entorno personalizado de aprendizaje, un PLE.


Mi actividad para el alumnado es, con la ayuda de las guías propuestas, seleccionar alguna de las herramientas indicadas, aquella con las que se sienta más cómodo, y haciendo un previo curado de sus favoritos, diseñará con Symbaloo un PLE.

¿Pero qué es un PLE? Este vídeo de Linda Castañeda nos lo aclara muy bien:



Para completar la actividad, crearemos un grupo cerrado en facebook, donde iremos posteando nuestras dudas y experiencias con las herramientas y donde subiremos imágenes de nuestro PLE.

Propongo facebook para dinamizar la actividad porque es una herramienta social muy conocida por el alumnado y tiene opciones configurables de privacidad.


Fuentes


Seguridad en redes sociales y entornos virtuales: educar para proteger.

Continuamos avanzando en #eduPLEmooc con una nueva actividad y un reto. 

La actividad ha consistido en constituir una comunidad para realizar un trabajo en común, así, nuestra comunidad colaborativa se ha constituido sobre seguridad en redes sociales y entornos virtuales: educar para proteger. Hemos querido darle un sentido educativo y no quedarnos solo en el aspecto técnico de la seguridad.

Mis referentes de información relevante sobre el tema son los siguientes:


Aborda de una forma muy amena y educativa el tema de seguridad en la red, y tiene apartados muy útiles y atractivos, como por ejemplo: Habilidades para la Vida, Recursos Educativos, Sensibilización y Prevención, Artículos, Ciberconvivencia y Ciberciudadanía, e-Derechos Infancia, Denuncia ciudadana, etc…



BIT (Brigada de Investigación Tecnológica Cuerpo Nacional de Policía)


Es la unidad especializada en ciberdelincuencia del Cuerpo Nacional de Policía. En su web podemos encontrar abundante información y consejo sobre seguridad en redes sociales, además de sus Alertas Tecnológicas sobre lo último que nos puede afectar en seguridad, timos, virus, etc…



INTECO (Instituto Nacional de Tecnologías de la Información)

http://www.inteco.es/guias/    @osiseguridad

La actividad de INTECO se apoya en tres pilares fundamentales: la prestación de servicios, la investigación y la coordinación.

  • Servicios: INTECO promueve servicios en el ámbito de la ciberseguridad que permiten el aprovechamiento de las TIC y elevan la confianza digital. En concreto, INTECO trabaja en la protección de la privacidad de los usuarios, fomenta el establecimiento de mecanismos para la prevención y reacción a incidentes de seguridad de la información, minimizando su impacto en el caso de que se produzcan, y promueve el avance de la cultura de la seguridad de la información a través de la concienciación, la sensibilización y la formación.
  • Investigación: INTECO cuenta con una importante capacidad para abordar proyectos complejos de diversa naturaleza y con una fuerte componente innovadora.
  • Coordinación: INTECO participa en redes de colaboración que facilitan la inmediatez, globalidad y efectividad a la hora de desplegar una actuación en el ámbito de la ciberseguridad, contando siempre con una perspectiva basada en la experiencia y en el intercambio de información.
Buena página que nos ofrece varios servicios: Foro de seguridad, guías temáticas, formación, alertas y noticias de actualidad.



Esta web nos proporciona recursos gratuitos para mantener protegido el ordenador, programas, noticias, manuales, vídeos y boletines, entre otros. Es una web orientada al aspecto técnico que nos facilita buenas herramientas y software para nuestra seguridad.

Nos facilita el uso de antivirus y antiespía online, y un test de velocidad de ADSL. Es una web muy completa.



Andalucía Compromiso Digital (ACD)


Nace, al igual que la red Guadalinfo, con la finalidad de proporcionar a la población andaluza, competencias en las tecnologías de la información y comunicación. Tiene una comunidad de voluntariado, guías y recursos y una plataforma de formación gratuita. Su labor, al igual que la red Guadalinfo, es encomiable y admirable.   


Si bien yo he estado siempre interesado en la seguridad informática por la razón obvia de ser usuario de un PC, ACD hizo, al tener la oportunidad de estudiar y trabajar sobre uno de sus proyectos, -Educar para proteger, que me implicara ilusionadamente en el aspecto social y educativo de la seguridad en redes sociales.  Por otro lado, si pretendo implementar el uso de recursos tecnológicos y las redes sociales, en mis acciones formativas, creo que tengo que tener las competencias suficientes para establecer un entorno seguro y de buenos hábitos en mi espacio de aprendizaje. Y esta es la razón por la que he decidido enrolarme en la comunidad “Seguridad en redes sociales y entornos virtuales: Educar para proteger”.

#RadioMOOCafé para los #MOOCafé del espacio eduPLEmooc

Mi experiencia con el #MOOCafé de eduPLEmooc ha sido agridulce, tengo que decirlo. Y ha sido agridulce por la sencilla razón de que no he podido participar en una sesión presencial, me ha sido imposible, y he tenido que hacerlo vía twitter a través del debate de #RadioMOOCafé. Y no quiero decir que no me haya gustado hacerlo de esta forma, realmente fue genial y disfruté, pero tu que me lees y yo que te escribo, sabemos los dos, que no es lo mismo. 

Al final de estas líneas enlazo el storify de mi participación en el mismo. 

Dicho esto y centrándome en el debate, recojo, a mi parecer, algunas de las ideas más relevantes : 

  • Escuela abierta y conectada con la sociedad y la familia.
  • Más implicación de los agentes educativos en el diseño educativo. 
  • Adaptación y formación del profesorado al nuevo paradigma de la enseñanza y a las TICs. 
  • Fomento de la creatividad del alumnado. 
  • Aprovechar los espacios informales para también educar.
  • Cuidar los aspectos emocionales. 
  • Educar para aprender a aprender, para encontrar preguntas, convirtiendo esto en un hábito continuo de aprendizaje en la vida de la persona. 
  • Educar para proteger en el uso saludable de las TICs, no para prohibirlas. 
Son ideas que estoy seguro también han surgido en otros debates #MOOCafé, tanto en España como fuera de ella, por lo que está claro que nos enfrentamos a un problema globalizado del diseño educativo y del aprendizaje. 

Pero también son globalizadas, aunque con alguna particularidad, las soluciones: no tener miedo al cambio, intentar no perder la ilusión, formarse en las nuevas tecnologías, intentar valorar más la opinión del alumnado y solicitar la implicación de la familia, etc...

En cuanto a la Administración, bueno, sabemos que las leyes educativas en España vienen siendo como el baile de la Yenka... 



Creo que debemos exigir un necesario y amplio consenso entre los agentes sociales y políticos, y además, es de vital importancia que se escuche a los actores principales de la obra educativa: los docentes y el alumnado.  En un Gabinete Ministerial se ve una realidad estadística, numérica y legal de buenos principios, pero la realidad, la verdadera realidad está a pie de aula. 


Mi storify:


7 semanas en eduPLEmooc

Llegué de "extranjis" a eduPLEmooc, pues soy Docente para la formación y el empleo (antiguo Formador de Formadores y Ocupacional). Nuestras compe-tencias, que dependían hasta hace un año del Servicio de Empleo, pasaron al Ministerio de Educación. Un cambio que me parece coherente y lógico, pues los Docentes para la formación también educamos y tenemos nuestro papel en el desempeño de la formación continua y la responsabilidad de formarnos. Esta responsabilidad me llevó por tanto a eduPLEmooc, que ha supuesto una extraordinaria oportunidad para aprender y mejorar mis competencias digitales. Me ha dotado de nuevas herramientas y formación para la curación de contenidos y para hacer mis acciones formativas más gratificantes y enriquecedoras con la implementación en ellas de herramientas TICs. Estoy seguro que mi alumnado, nativo e inmigrante digital, me lo va a agradecer.


Tengo que agradecerle a eduPLEmooc también, la oportunidad que me ha brindado para compartir experiencias educativas con un amplio abanico de profesionales del aprendizaje. Llevo en mi mochila, no sólo las insignias, también nuevos amigos y amigas, ideas, vivencias... No hay nota alguna que pueda valorar esto, pues la experiencia ha sido máxima. 





Además, las casualidades de la vida hizo que, al estar a la par del curso, participando en las Jornadas GrinWeek de la Universidad de Granada (una propuesta de investigación sobre el nuevo paradigma de las culturas digitales en el aprendizaje abierto y los MOOCs) conociera personalmente a David Álvarez, que fue uno de nuestros ponentes. Puedo asegurar que es una persona extraordinaria, con una capacidad de trabajo, de ilusión por lo que hace y de conectar con la gente que le rodea, impresionante. Su impronta se nota en eduPLEmooc.

No tengo nada negativo que destacar del curso, salvo las pequeñas incidencias que un MOOC pueden originar, incidencias que los facilitadores han sabido solventar muy bien. Les dedico un caluroso aplauso y reconocimiento. Soy consciente de la dificultad de diseñar un MOOC y de su posterior desarrollo. 

Mi propuesta de mejora para próximas ediciones era aumentar la temporización del curso, pues para algunos compañeros y compañeras supone una dificultad extra el conocimiento y uso de herramientas que no conocen, pero eduPLEmooc ha reaccionado ya en este sentido aumentando el plazo de finalización del curso dos semanas más. Así que nada que decir en este sentido.

Solo me queda, antes de postear mi Storify, dar las gracias al equipo de eduPLEmooc y a todos mis compañeros y compañeras por ser parte de esta maravillosa experiencia formativa. 


Hasta la próxima y un fuerte abrazo.

Mi Storify. Un breve resumen de 7 semanas en eduPLEmooc:








El Determinismo Tecnológico Popular


(Vicente López Espinilla)

Siempre he tenido la sensación de que hay subyacente un sentir globalizado, casi como una cultura de interpretación de la tecnología con distintos signos de valoración encontrados. Algo común a diversas culturas que nos conduce a pensar y teorizar como socialmente lo hacemos sobre la problemática de la influencia de la tecnología en nuestras vidas. Y he querido, desde el conocimiento de las lecturas (entre ellas la de Daniel Chandler y John Daniel) y el material multimedia que ha llegado a mis manos, encontrar una definición apropiada para este fenómeno.

Investigando, he encontrado un interesante estudio sobre el determinismo de un profesor  del Departamento de Filosofía de la Universidad de Málaga (España): El determinismo tecnológico: indicaciones para su interpretación (Antonio Diéguez, 2005), y en este estudio he encontrado la pieza del puzle que me faltaba para denominar este fenómeno: el Determinismo Tecnológico Popular.

Yo voy a intentar extractar en resumen su estudio líneas abajo.

Clarificando conceptos

El determinismo tecnológico ha sido teorizado y explicado desde diferentes perspectivas: por filósofos e historiadores. Así tenemos autores como Karl Marx, Ernst Jünger, Martin Heidegger, Lewis Mumford, Jacques Ellul, Herbert Marcuse, Langdon Winner, Lynn White, Jr., John Kenneth Galbraith, Marshall McLuhan, Alvin Toffler, Robert L. Heilbroner, Neil Postman, etc…

Para los filósofos, la tecnología está sujeta a un proceso autónomo de desarrollo, que, por no obedecer a ningún agente externo a la propia tecnología, se puede considerar como determinado por una lógica interna. Pero para los historiadores el determinismo tecnológico tiene un significado muy diferente, pues para ellos la tecnología determina (o influye de forma decisiva en) el curso de la historia (cf. Smith y Marx (eds.) 1996).

Algunos deterministas fuertes unen ambas tesis y las presentan como si tuvieran que ir necesariamente ligadas: la tecnología es autónoma en su desarrollo y determina los procesos históricos y sociales.

Otro modo en que puede entenderse inicialmente el determinismo tecnológico es en analogía con el determinismo tal como se entiende en las ciencias naturales desde que fuera definido por Pierre-Simon de Laplace en 1814 (cf. Laplace 1985, pp. 24-25), es decir, como el sometimiento de todos los fenómenos naturales a leyes inmutables. Y una consecuencia del determinismo así entendido es la inevitabilidad del resultado que las leyes naturales dictan sobre el futuro.

Por otra parte, se puede aceptar un determinismo fatalista o suponer que una mente infinita conoce todos los eventos futuros sin aceptar al mismo tiempo que todo está sometido a leyes naturales.

Trasladando a la tecnología lo sostenido por el determinismo físico, el determinismo tecnológico debería afirmar que todos los fenómenos tecnológicos obedecen a leyes naturales que dictan de forma necesaria la configuración que tomará la tecnología en cualquier momento posterior. Es  decir, “el determinismo tecnológico puede concebirse como la idea de que a la luz de la situación pasada (y actual) del desarrollo tecnológico y de las leyes de la naturaleza, el cambio social no puede seguir en el futuro más que un único curso posible.

Pero Diéguez nos clarifica que una cosa es que los sistemas tecnológicos funcionen de acuerdo con leyes naturales, otra que el desarrollo tecnológico obedezca las leyes naturales en su sucesión y que además eso implique que esa sucesión sólo puede tener un camino. Y nos introduce con esto en la problemática del determinismo tecnológico popular, al que interpreta como la ausencia de control de la tecnología por parte del ser humano; como el desarrollo autónomo de la tecnología. Según esta interpretación, la sociedad no tiene capacidad para influir en el curso del desarrollo tecnológico.  No hay posibilidad real de modificarlo. Estamos abocados a lo que dicte para nosotros la propia tecnología.

El origen de la teoría parece estar fundada en postulados contrarios pero interconectados, de autores como por ejemplo los siguientes:

(1) la tecnología es intrínsicamente ingobernable y sigue leyes propias (Jacques Ellul);
(2) hemos dejado que las instancias que deberían gobernar y controlar la tecnología no lo hagan (Langdon Winner).

Winner postula que unas innovaciones técnicas conducen a las otras. Esto implica, evidentemente, que nada puede hacer ya el ser humano por controlarla o reconducirla. Todo intento de hacerlo o bien está condenado al fracaso, o bien, si consigue tener algún efecto, no llevaría más que la aplicación de nuevas técnicas (de gestión, de gobierno, etc.) a los procesos tecnológicos ya existentes, con lo cual en última instancia sólo se conseguiría reforzar el propio sistema tecnológico. El hombre es una pieza más del engranaje, y sólo le cabe obedecer también sus leyes. En el mejor de los casos es un mero catalizador que desencadena y acelera el movimiento, pero sin participar en su manejo.

Diéguez encuentra diversos problemas a esta caracterización del determinismo:

En primer lugar, esta teoría contempla la tecnología como algo homogéneo, inextricable, sin articulación interna ni niveles diferenciados. No permite, por ejemplo, hablar de tecnologías de fácil control en comparación con otras de control más difícil. El holismo de Ellul ve la tecnología como un todo que se acepta o se rechaza en su globalidad y que señala un camino único. Y puesto que esa globalidad no puede ser controlada por completo por los individuos o por los gobiernos, se concluye, que no es posible control efectivo ninguno de la tecnología.

En segundo lugar, convierte a la tesis de la autonomía de la técnica en una tesis cuasi ontológica: hay algo en la propia naturaleza de la tecnología que la hace ingobernable una vez alcanzado cierto nivel de desarrollo o cierta forma concreta. Como el monstruo creado por el doctor Frankenstein, una vez que está en el mundo, se rebela ante cualquier intento de sumisión y exige incluso obediencia a su creador.

Pero esto no es exacto ya que ciertas características sociales, culturales, éticas, estéticas o religiosas pueden hacer que una determinada tecnología fracase, por muy eficiente que sea en otro contexto social. La máquina de vapor de Herón de Alejandría sólo fue un juguete sofisticado a falta de un contexto social como el que en el siglo XVIII encontró para ella una función sustancial, y en la actualidad, algunas técnicas de control de natalidad se vuelven socialmente inviables en países musulmanes o donde la iglesia católica ejerce una gran influencia. En otras ocasiones son las circunstancias del mercado o la situación en el mismo de las empresas que promueven una tecnología las que hacen que ésta triunfe frente a tecnologías mejores desde un punto de vista puramente ingenieril. Así, el sistema Betamax en vídeo perdió la batalla frente al VHS, a pesar de su mejor calidad de imagen, el sistema operativo de Macintosh fue desbancado por el sistema Windows que trataba de imitar algunas innovaciones introducidas por aquél, y el Concorde fue retirado del mercado pese a su excelente tecnología en comparación con la de los aviones transatlánticos no supersónicos (cf. Echeverría 2001).

Para Winner, no se trata de que la tecnología sea intrínsecamente autónoma  e  ingobernable.  Es  que  con  nuestra  actitud  pasiva,  con  nuestro “sonambulismo” voluntario, con nuestras prisas irreflexivas propiciadas por la propia rapidez de los cambios, hemos dejado que la tecnología fluya sin control popular y hemos tolerado que, en muchos casos, el control lo tome una minoría fuertemente comprometida con el propio sistema tecnológico. De este modo la tecnología ha terminado por dominar en nuestra sociedad a la economía y a la política, en lugar de ser al contrario, y su desarrollo ha quedado en manos exclusivas de expertos tecnócratas. Si para Ellul la tecnología, una vez alcanzado cierto nivel de complejidad, es autónoma por su propia naturaleza y sigue ya sólo leyes internas de desarrollo, para Winner hemos permitido sencillamente que una tecnología que podría estar guiada por nuestras necesidades y nuestros valores haya quedado al margen de los intereses públicos.

El determinismo tecnológico popular recoge en buena medida unas ideas parecidas: La tecnología se determina a sí misma; sigue un desarrollo autónomo y se cifra en la convicción de que la tecnología actual, ya sea por haberse convertido en una fuerza en sí misma irresistible, ya sea por la desidia o ignorancia de los seres humanos, está fuera de control.

Diéguez, nos habla también de una versión optimista y una versión pesimista del asunto.

Para la versión optimista o cientifista está muy bien que no haya control externo sobre el desarrollo de la investigación científica y técnica porque esa es la mejor forma de garantizar el bienestar humano. El control de la ciencia y de la técnica es visto como una intromisión que coarta la libertad y que conduce al atraso cultural y económico. La versión pesimista ve, en cambio, en  este  descontrol  el inicio  del camino  al desastre.  Un  desastre  ecológico  sin precedentes y, quizás incluso, el fin de la civilización.

Curiosamente, nos señala Diéguez, este determinismo tecnológico popular convive con otra idea con la que resulta difícilmente encajable: la que sostiene que la tecnología es un mero instrumento neutral con el que podemos hacer cosas buenas o cosas malas según nuestros deseos. Un determinismo tecnológico consecuente debería llevar a asumir que no es real la neutralidad de la tecnología con respecto a nuestros fines y valores.

¿Pero qué aspectos de la tecnología son los que aparecen implicados fundamentalmente cuando se habla de la autonomía y el descontrol de la misma?  Diéguez se basa en una clasificación efectuada por Niiniluoto (1984, p. 258). Según el cual, la diversidad de referentes que poseen en la actualidad las palabras ‘técnica’ y ‘tecnología’ se puede concretar en la siguiente lista:

a) Los instrumentos o artefactos que el hombre ha creado para la interacción con la naturaleza.
b) El uso de tales instrumentos.
c) Las habilidades (o know how) requeridas para el uso de estos instrumentos.
d) El diseño de los instrumentos.
e) La producción de estos instrumentos.
f) El conocimiento necesario para su diseño y producción.

Y de acuerdo con esta clasificación, ¿a qué se refiere exactamente el determinismo tecnológico popular cuando asume la incapacidad para controlar la técnica? Es evidente que, al menos por el momento, no se refiere al descontrol de los aparatos o artefactos. No estamos aún en el mundo descrito por Isaac Asimov en su novela “Yo, robot”. Las máquinas siguen haciendo aquello para lo que fueron diseñadas, aunque tengan también efectos secundarios no previstos en su diseño, la que auguran Marvin Minsky y Hans Moravec una vez que los robots hayan alcanzado un grado de inteligencia superior al humano (cf. Diéguez 2001).

Los problemas para justificar el determinismo tecnológico

El determinismo tecnológico parte de una intuición sin duda bastante sensata y extendida: no podemos hacer lo que queramos con la tecnología. Y un error central que consiste especialmente en subestimar la fuerza con la que la tecnología influye en nuestra cultura y modifica nuestros valores. Entre tecnología y valores se da una interacción mutua, no una influencia con dirección única, ya sea sólo de la tecnología sobre nuestros valores, como sostiene el determinista tecnológico, o sólo de nuestros valores sobre la tecnología, como sostiene el voluntarista o el determinista social (cf. Niiniluoto 1990).

Por otra parte, a estas alturas, el hombre no puede prescindir de la tecnología (si es que alguna vez hubiera podido). Sencillamente la sociedad en su conjunto no puede renunciar, so pena de muertes masivas, a la producción y uso de la tecnología. La existencia de los seres humanos en un número de varios miles de millones es inviable sin ella. Caben renuncias individuales o de pequeños grupos, como los “amish” de Norteamérica, pero incluso en estos casos esas renuncias casi nunca son totales.

Pero la cuestión, nos plantea Diéguez, es si hemos de aceptar esta situación como inevitable o si cabe hacer algo al respecto. El determinista da por sentado que poco o nada se puede hacer. Sin embargo, sus argumentos para sostener esto son débiles y se basan en muchas ocasiones en generalizar la dificultad del control de ciertas tecnologías y en apelar a la sensación de impotencia que embarga a muchos frente al desarrollo tecnológico. En su opinión, por el contrario, hay que dar la razón a Tiles y Oberdiek (1995, p. 25) cuando afirman que “las interconexiones técnicas existentes limitan el campo para la realización de los fines humanos, pero de ahí no se sigue que la red de sistemas tecnológicos sea inmune a la intervención humana y se desarrolle únicamente según sus propias leyes internas. Algunos problemas se pueden resolver en relativa independencia, pues aunque en el fondo todo puede estar interrelacionado, aún es posible distinguir y usar partes específicas para propósitos específicos como si fueran separables. Y, sobre todo, hay que preguntarse si la escasa influencia actual de las decisiones individuales en la marcha del desarrollo tecnológico no obedece antes a la estructura vigente del sistema económico y político que a la naturaleza supuestamente ingobernable de la tecnología.

¿Controla realmente la tecnología a los poderes económicos y políticos, sometiéndolos a sus dictados inapelables, o más bien son éstos los que mantienen el control pero no se dejan influir fácilmente por las voces de los ciudadanos, especialmente cuando van en contra sus intereses inmediatos?

Como señala Keith Pavitt, el determinismo tecnológico fracasa empíricamente en la medida en que:
- una gran proporción de la tecnología desarrollada no se difunde, sino que se rechaza sobre fundamentos económicos y sociales,
- muchas tecnologías están continuamente adaptándose a la luz de imposiciones económicas y sociales,
- cualquier tecnología dada permite cierto grado de variación en las formas de organización adoptadas para su explotación. (Pavitt 1997, p. 192).
Para Francis Fukuyama, quien, sin embargo, defendió el determinismo con anterioridad. Estas son sus palabras:

[S]encillamente no es cierto que el ritmo y el alcance del desarrollo tecnológico no puedan 
controlarse. Existen muchas tecnologías peligrosas, o éticamente controvertidas, que se han 

sometido a un control político efectivo, como las armas nucleares y la energía nuclear, los 

misiles balísticos, los agentes de guerra química o biológica, los órganos humanos, las 

sustancias neurofarmacológicas, etc., que no pueden desarrollarse ni circular libremente en los 

mercados  internacionales.  La  comunidad  internacional  ha  regulado  con  efectividad  la 

experimentación con sujetos humanos durante muchos años. Más recientemente la proliferación 

de los organismos modificados genéticamente (OMG) en la cadena alimentaria se ha detenido 

en seco en Europa, y los granjeros estadounidenses empiezan a abandonar unos cultivos 

transgénicos que habían incorporado hacía muy poco. Se puede cuestionar la oportunidad de tal 

decisión desde un punto de vista científico, pero viene a demostrar que el avance de la 

biotecnología no es un gigante imparable. (Fukuyama 2002, p. 300).

El peligro que aquí se encierra es que el determinismo tecnológico pueda convertirse en lo que en ciencias sociales se conoce como una ‘profecía de autocumplimiento’: si todos consideramos que la tecnología no es controlable, nadie hará los esfuerzos necesarios para fomentar su control. Se parte de la dificultad real que encierra el control de ciertas tecnologías muy difundidas o con
valor estratégico (desde el punto de vista militar, pero también económico), y de forma interesada se generaliza esa dificultad de control a prácticamente cualquier tecnología novedosa,  radicalizándola  además  hasta  convertirla  en imposibilidad práctica  de control. Con ello el mensaje que se envía a la sociedad es claro: cualquier intento de oposición a las nuevas propuestas tecnológicas, no sólo es reaccionario, por ir contra el progreso de la humanidad, sino que es completamente inútil. La marcha de la tecnología se hace así incontestable.

Pero hay tras todo esto un peligro adicional que esta vez se dirige contra la propia ciencia. La popularidad de la que goza el determinismo tecnológico, sobre todo, entre ciertas élites tecnocientíficas, está ligado a un fenómeno particularmente peligroso para el futuro de la investigación científica y tecnológica. Son ya varios los analistas que han hecho notar cómo las actitudes anticientíficas parecen afianzarse e incluso crecer en nuestras sociedades altamente tecnificadas (cf. Holton 1993 y Dunbar 1999). Y ello a pesar del aumento del nivel cultural de la población.

Estas actitudes obedecen a una reacción radical al radicalismo de signo opuesto que representa el determinismo  tecnológico.

Los efectos de la tecnociencia son en su gran mayoría beneficiosos y bien recibidos por el público. Ahí están como ejemplos los avances médicos, los progresos en informática, los nuevos procedimientos de comunicación y transporte, los nuevos y mejores materiales sintéticos. Nadie puede cabalmente negar eso. Pero desde los años setenta  también se  han hecho crecientemente notorios los efectos negativos: la contaminación, la superpoblación, la perturbación grave del medio ambiente, las extinciones de especies, las armas biológicas, etc. La tecnociencia es contemplada como una gran esperanza, pero también como un gran peligro. 

Cuando este peligro llega a ser visto por algunos como un riesgo inasumible impuesto por sectores que funcionan de forma autónoma, movidos por intereses particulares, la hostilidad se despierta fácilmente. Cuando la política científica y tecnológica brilla por su ausencia o se  limita  a  distribuir fondos  para  la  investigación  dependiendo  de  criterios  de rentabilidad, es previsible que muchos se sientan ajenos al resultado. Cuando la ciencia y la técnica comienzan en suma a ser percibidas como una forma de poder no sujeta a un mínimo control democrático, es inevitable que surjan, desde la opinión pública y desde los movimientos políticos, recelos e incluso una fuerte oposición a la extensión de su autoridad.

Referencias

Antonio Diéguez (Departamento de Filosofía Universidad de Málaga - España) El determinismo tecnológico: indicaciones para su interpretación. Publicado en Argumentos de Razón Técnica, 8, 2005, pp. 67-87.

Daniel Chandler, Technological or Media Determinism. 

David G. Myers, Social Psychology 10th ed. Mcgraw-Hill 2010.

John Daniel, Technology is the Answer: What was the Question?

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